domingo, 27 de diciembre de 2009

FIN DE AÑO

Y finalmente llegó. El tiempo, ese que tanto tenenmos en cuenta, y es natural, parece que nos corre.
Como terminamos supuestamente este año? Como siempre entre balances y cansancio. Entre alegrías y penas de amor.
Entre recuerdos de los que suponemos fueron tiempo mejores... A veces me pregunto cuanto importa comerse la cabeza, si no aprendimos a disfrutar el día a día, el mimo robado a algún chamuyero, el abrazo del hijo o del ahijado, todas las pavadas que nos hicieron reír, aunque sea un ratito. Aquella torpeza, aquella cartera olvidada en el Mc, esa puerta que se abría de de una patada y no con una tarjeta magnética.
Las tardes de mates con amigos, las joditas molestas de los alumnos, aquella persona que jamás pensaste conocer.
Ojalá que más allá de lo que vivan cada uno de uds, amigos, para los que han seguido mi blog, mil gracias, es una de esas cosas que me han hecho muy feliz, y deseo que todos arranquemos como siempre digo, en mi ser optimista a pesar del tsunami, piu avanti!! se puede, no decaigan, no se rindan, el que tiene un amor que lo cuide, el que lo encontró que lo agarre bien fuerte, díganle te quiero y te extraño a todos los que amen, aunque parezca redundante, y ojalá el universo nos encuentre juntos, aunque sea virtualmente el año que se avecina. " Con un amor, sin un amor, con la sonrisa en el ojal, con la sonrisa que florece a veces, a lo mejor resulta bien... sólo se trata de vivir" .
Paz. Lera.

sábado, 3 de octubre de 2009

EL ARTE DE ARMAR CIRCOS

Circos. Pienso en ellos y por una cantidad de motivos, me generan tristeza.

Será tal vez porque son nómades, porque existe una praxis que se repite una y otra vez para armarlos y desarmarlos rápidamente.

Por la imposibilidad de arraigo y supongo, el desarrollo de una capacidad para vincularse con un lugar y su gente sabiendo que la partida es inminente y que donde estuvo posada la carpa, volverá a quedar un potrero vacío, con una zona de pasto aplastado y amarillento, con todos los pozos y marcas que enterrados a martillazos hicieron los fierros que se clavaron para sostener la estructura.

Tomo la imagen de un solo actor del mismo. Él tienen la rutina de preparar un show, quizás siempre el mismo y estereotipado acto que se repite noche tras noche conmoviéndolo mientras lo realiza, aún sabiendo que nadie ve su ser detrás del disfraz. Me quedo con imágenes, estéticas, hermosas. Esas que promueven una emoción cuasi creíble y volviendo a las imágenes, quedo inundada del ataque de sensaciones que me genera y me pregunto ¿qué esconde tras la muralla? ¿Qué tapa ese maquillaje? ¿Por qué este cuerpo necesita ser sostenido por el histrionaje?

Y siempre vuelvo a caer en mi lugar común, no puedo para de hacerme preguntas. Preguntas que por otro lado sé que no tendrán respuesta; por lo tanto sé también que me quedaré con mis hipótesis y con la curiosidad sin resolver.

Y si le pregunto al actor, me devolverá un mar de palabras en un discurso armado que forman parte del atuendo para el acto. Sólo a través de los fallidos o de saber que recurre a una palabra y no a otra sin saberlo escucho que desesperadamente siente que tiene que zafar. Tal vez hasta supone que lo estoy acorralando y como ya fue cazado una y mil veces cuando pudo salir del circo por un tiempo, se asusta y vuelve a buscar rápidamente las palabras que no le prometen nada pero que le devuelven el personaje que quiere mostrar.

Entonces dejo al actor y decido quedarme con lo que disfruté del acto. A pesar de que también escuché que encontraría una pieza maravillosa en mi excavación arqueológica, no puedo osar intrusar lo que tan meticulosamente han enterrado y callo.

Sería fascinante poder penetrar ese sentimiento y tal vez liberarlo por que la parte apasionada del artista que se expresa con sonidos instintivos, animales y salvajes; esos si los puede largar despojados de todo, el desenlace de su obra es absolutamente real; mezcla de éxtasis y sufrimiento “porque se termina”.

Y vuelvo a pensar ¡Cuántos circos visitaré sin darme cuenta! ; porque como no me gustan, compro la entrada por mi auto engaño y me quedo una vez más con esa sensación del principio cuando caigo en la cuenta de que volví al circo.

Por ahí todos armamos el circo, y entonces vendemos instantes de destreza, risas, maquillajes, magia.

¿Quién no ha sacado alguna vez una paloma de la galera? ¿Acaso no nos hemos pintado una sonrisa que se fue al lavarnos la cara a la mañana?

Entonces vuelvo a mi insomnio, ese compañero que nunca desaparece, a veces pienso que me ama tanto que nunca me va a dejar. Prendo una vela para que me regale su luz, prendo un pucho más y me siento a escribir para poder plasmar la idea y que pare de matarme la cabeza y cuando termino digo… gracias… por nada y por todo, qué se yo… una vez más comparto pensares en un espacio y largo una idea al universo para que cada uno haga lo que sienta con ella.

Y sí, es un arte armar circos… y en algunos momentos formamos parte de la función, hasta que termina o vamos varias veces hasta que el circo se va, porque en algún punto hay algo que nos atrae una u otra vez a colgarnos del trapecio a pesar del riesgo de caer al vacío.

Paz. Lera.

domingo, 16 de agosto de 2009

LA DAMA DE HIELO

Hubo una vez, dos personas que se reencontraron por causalidad, en un extraño mundo dentro del universo. Mundo al que sólo muy pocos pueden entrar.

Éste mundo carecía de tiempo. Era un lugar donde, nadie recordaba este artefacto medidor, y en cuya sociedad solo se mencionaba el concepto en los cuentos de ficción.

Tampoco entendían el concepto, pues carecía de sentido instituirlo. No les servía.

Allí los cuerpos no eran importantes, sólo se consideraba el “ente”.

Estaba poblado de diversos personajes con un pasado que ya no recordaban; porque sólo podían permanecer los que se habían despojado de todo lo innecesario para poder amar y ser felices.

En realidad, sólo la potencialidad de poder lograr esto, era la condición para encontrar el camino que conducía a éste fantástico lugar, donde tanto el sol como la lluvia representan la alegría; donde el agua y el fuego son elementos precisos, y la tierra es venerada por sostenerlos y brindarles sus frutos.

En el lugar donde los glaciares permanecían ininmutables; se hallaba el único vestigio de otro mundo. La dama de hielo.

Cuenta la historia que ésta frágil mujer había llegado en una era que nadie conocía; porque había encontrado el portal para entrar por voluntad de las deidades; sólo sabían por indicios que ellos llamaban divinos, que su corazón estaba preservado allí, aunque no sabían muy bien de qué.

Si no se preservaba el corazón allí, sería indefectible la muerte de este ente.

Y como no sanaba, los habitantes del mundo; como eran muy sabios, dejaron excepcionalmente que se quede.

Entonces guardaron a la dama en un témpano y permaneció allí donde nadie podía acercarse a hacerle daño con espejismos de amor.

Y pasaron los siglos; dentro del bloque de hielo transparente, podían verla descansar en paz, con sus manos juntas sobre el pecho desnudo, los pies descalzos y flores blancas rodeando su cabeza a modo de corona, era lo que posaba sobre su cabeza. Flores que por ser mágicas, como todo allí, permanecían frescas en la eternidad.

Una túnica translúcida era su vestimenta. Dicen que cuando llegaba el alba, solo por un instante, los rayos del sol eran reflejados en sus cabellos e irradiaban rayos de oro que iluminaba todo el planeta fugazmente; para recordarle a todos que todo era posible; porque la dama no estaba muerta, estaba esperando, nadie sabía que a o quién, pero cierto embrujo hizo que si permanecía despierta, no podía olvidarse de contar el paso del tiempo.

Los lugareños echaban flores sobre las aguas heladas y los enamorados pasaban a contemplarla, para que nunca se olvide por qué había venido.

Y llegó por causalidad un alba, que hubiese sido como cualquier otra, un ser tan bello que hizo espejo en los rayos que la dama reflejaba y la luz fue tan intensa que el resto de los entes, despertaron inundados de una sensación tan extrañamente indomeniable y placentera que salieron desnudos de todo para tratar de capturar algo de ésta señal divina a través de sus superficies etéreas, porque supieron inmediatamente que inundados de esta energía ya no existía posibilidad alguna de que la muerte, fuese una entidad que pudiese alterar los amores sublimes. Ya nada podía obstaculizar la eternidad.

Corrieron hacia el lago plenos de vida, los entes, las musas, los seres abstractos y los animales también. Las deidades observaron complacidas desde lo alto y por primera vez, los entes las pudieron ver corporeizadas en todo su esplendor y perfección.

El ente recién arribado desde el universo, entro desnudo y camino en las aguas heladas hacia el témpano, y al contemplarla el hielo comenzó a ser agua y sin esperar que termine el derretimiento, trepó sin dudar para alcanzarla. Y la dama abrió los ojos, como si siempre hubiese sabido que era el momento preciso para hacerlo; y en el encuentro de sus ojos supieron que habían terminado, la espera para ella y la búsqueda para él. No hicieron falta palabras, el cuerpo del témpano había recobrado calor, el alma del ente sabía que ya nunca desaparecerían, y las deidades lloraron de emoción ante tanta hermosura y cuando unieron sus bocas en un beso se estremeció el universo…

Desde entonces, cuenta la leyenda, que todo aquel que haya sentido que su amor existe, y si existe “es”, sólo debe encontrar el portal que lo conduzca hacia este mundo que no está en ninguna parte física, donde todo es posible porque sólo se encuentra por la convicción de que existe, que nada es imposible, que la inercia es solo inercia, que es el deseo el que pulsa y conduce hacia donde el corazón quiera ir y despojado de todo el ente finalmente puede amar plenamente.

En este mundo sin tiempo cada alba y en cada ocaso se honra el amor haciéndolo posible sin temor a perderlo.

Paz Lera.

jueves, 4 de junio de 2009

            MOMENTOS COMUNES

 

            Mezcla extraña de momentos de felicidad,  tristeza, temores, y vaya uno a saber cuantos sentimientos más que tal vez no tengan siquiera nombre.

 

            El asalto de su recuerdo que viene a conmover el corazón y a erizar la piel, y de pronto la angustia porque no está y lo que es peor; no estará. Él que nunca terminó de acercarse pero tampoco de irse.

 

            La tristeza de la que pensó que era amor y se confundió tanto que se quedó sola e indefensa con un hijo en el vientre. Hijo que llegará a éste mundo a zambullirse en un mar revuelto por las heridas despiadadas y la soledad más cruel, la que se provoca por la hipocresía del que supone que expiará sus pecados en un retiro.

            Nunca mejor dicho, un espíritu que se retira a esconderse tras el disfraz de un rezo vacío.

            Si existe el infierno, es el que provocó acá, en éste espacio y en ésta dimensión.

 

Cristo en el cielo, yo en la tierra y El también conmigo, con vos y con ellos.

 

            Felicidad, sí. La del los adolescentes, jóvenes y viejos que contagian esas ganas de tomar la vida con ambos brazos y abrazarla muy fuerte; al verlos disfrutar de lo más simple, del sentimiento que otros medirían en milimicrones como si fuesen lo macro, lo imposible.

 

            Ese chiquito Down que sonríe y te acaricia amoroso; esa mirada pura que no sabe ser ingrata, a pesar de los que se alejan por temor a lo desconocido, o porque se creen supuestos “sanos e inteligentes”.

 

            La destreza del chico que patea la bocha como Maradona a pesar de que la panza le haga ruidos porque pasa días sin comer, y se siente “ el diez” y vitorea con los bracitos flacos en alto como si todo el estadio estuviese vivando su nombre. Y se queda mirando al cielo, parado sobre las patas sucias, disfrutando del momento glorioso; para acostarse a soñar con ese “gol” imaginario en un escalón de piedra dura.

            Entonces sueña que viene “el Diego” y le dice, “vamos pibe yo también tuve ese sueño y es posible”, y disfruta sueños de oro.

 

            La madre que sostiene la mirada de su hijo de veinte años igual que cuando tenía días de vida.

 

            Esa mascota que espera la caricia día a día, y solo sabe dar compañía y hacer desorden. Ese perro  al que le contamos lo que nos pasó y nos escucha atentamente sin juzgarnos; el gato que se refriega en tus pantalones nuevos y los llena de pelos; pero no te importa porque sólo él puede ronronear cuando recibe tus mimos.

 

            La injusticia, la que ejercen los injustos. Los que creen que serán felices porque otro paga el coste de su materialismo.

 

            Los amores ¡cuántos! De pareja, de abuelos y nietos, de padres e hijos, de familiares, de amigos, de los hijos de éstos.

El tuyo y el mío, el nuestro.

 Los de verano, los de invierno, los adolescentes, los maduros, los del otoño de esta vida, los de la vejez; con más mates, canas, arrugas, dolencias y compañerismo. Ese sí que manso,  no desperdicia ni un segundo, porque está más cerca la parca que acecha el cuerpo gastado.

 

            Los que se extrañan porque las vueltas del destino ponen distancias inconmensurables que hacen que se le caigan lágrimas al corazón, pero se bancan porque a veces para alcanzar ciertas metas hace falta irse lejos.

           

            Los reencuentros, esos que marcas día a día en el almanaque esperando que se produzcan.

 

                        Las cuentas regresivas; para los nacimientos, las vacaciones tan esperadas, para el cumpleaños de quince, la boda. Para que te entreguen tu primer departamento, para que lleguen las cero horas del 31 de Diciembre. Y una vez más, renovamos esperanzas, hacemos promesas para el año que comienza y anhelamos profundamente que sea mejor que el anterior.

 

            Los hijos que crecen, los padres que maduran, los “trapos” que envejecen. Y mirás para atrás y te preguntás ¿ese era yo?, y como somos optimistas y Narcisos decimos “pero ahora soy más interesante y más sabio”.

 

            Los sueños cumplidos, los que se van a cumplir.

            Los proyectos que diseñamos.

            Las personas que pasaron por nuestras vidas.

            Las mañanas que te invitan a seguir adelante, cueste lo que cueste. El colibrí que me visita todas las tardes, mi mate, mis silencios, mi pensamiento colgado en alguna fantasía, mis ojos mirando las palabras que garabateo en el papel.

 

            El insomnio de los insomnes.

            Las lágrimas de los que sufren.

            El incomprensible lugar de la locura.

            Los truenos de esta noche tormentosa, y las luces del barrio que se van apagando una a una, porque ha llegado la hora del descanso. Fin.

 

                                                                   Paz.  Lera.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Gracias a las redes de amor que se tejieron para él, pudo apropiarse de las estrategias que lo ayudaban a funcionar, no sin esfuerzo, para realizar hasta las cosas que a todos nos resultan muy simples.
Iván, “el niño de la memoria prestada” había tenido que madurar apresuradamente.
Contaba con unos trece años cuando dejamos de verlo. Serio, pero con sentido del humor. Resignado a su dolencia, pero no a bajar los brazos para salvar los obstáculos que se le proponían.
Iván, un ejemplo de vida. Alguien que a pesar de las adversidades en las que estuvo inmerso, era feliz y capaz de amar y recibir amor; y de tal forma que contagiaba esta energía que movilizó a los que lo conocimos a poner un plus a nuestras inercias. A esas que a todos alguna vez nos arrastran. Porque a todos alguna vez les oí decir:

“No puedo dejar de buscar las formas de aportarle algo desde mí, viendo el esfuerzo que hace y lo amoroso y agradecido que es”
Todos tuvimos algo para aprender de él.

“A estar agradecido por tu vida”.

FIN.

lunes, 18 de mayo de 2009

Estos cachetazos enseñan que los avances del siglo XXI aún no tienen respuestas para muchas cosas.

El ejército de profesionales que denodadamente trataban de asistirlo, chocaban con la impotencia de no encontrar respuestas.

 

Iván era un niño amado, querible y con una asombrosa claridad acerca del obstáculo que le presentaba su memoria, el que, aunque lo angustiaba por momentos, tenía absolutamente asumido como parte de su ser, y lo aceptaba sin más.

Como si heroicamente el niño, hubiese aprendido a confiar en los recuerdos prestados por otros. Y aceptaba estos como “reales”, sin encubrimientos.

 

Bondadoso como pocos.

El deterioro físico de su madre , y su pareja que actuaba como quien cumpliera su misión redentora de los pecados propios, no hacían mella en Iván a la hora de preocuparse por ella.

Con los recursos que le quedaban se ocupaba de cuidarla en todos los sentidos.

La atendía cuando quedaba sumida en el dolor físico, la ayudaba en su trabajo para procurarle un dinero y en medio de todo trataba de estudiar.

 

En la escuela también encontró un espacio de contención.

Los docentes y el equipo de psicopedagogos trabajaban con cariño en pos de su bienestar.

Pero Iván tenía asumido que este año pasaba y el otro no. Era algo así como parte de la rutina del sistema, que  pesar de ser atroz, tiene integrantes que dejan todo por un niño, sin preocuparse de sus salarios que no alcanzan para pagar las comunicaciones telefónicas, ni sus búsquedas de información en Internet, sin importarles las pérdidas económicas que implicaban éste acto de amor.

 

Con el transcurrir del tiempo, Sofía empeoraba.

Cada vez eran más intensos sus dolores, que la obligaban a quedarse en cama.

Entonces Iván estuvo propuesto a ayudarla.

Salía a vender sábanas y toallas por las casas del barrio. Le preparaba el té y acompañaba a su madre todo el tiempo que podía.

 

Iván cuidaba no sólo de su madre, sino a la que guardaba sus memorias…quizás para compensar la culpa que sentía por haberle transmitido la enfermedad que ella misma ignoraba tener al momento de concebirlo.

 

 

(continuará)

 

lunes, 11 de mayo de 2009

A pesar de haber recibido tratamiento, la pobre Sofía lo recibió tardíamente.
Pasó la mayor parte de su adolescencia en la casa de una “madre” que la alojó como a un animal enfermo; alimentándola de las sobras y sin contacto con nadie.

Finalmente fueron recibidos por el abuelo de Iván, quien se ocupó de que recibiera atención médica y viviese como un ser humano, sin embargo, tuvo que soportar los golpes y su nombre cambió de Sofía a “puta como tu madre”.

Como suele suceder, en medio de tanto horror, apareció Lucía.
Lucía era la pareja del abuelo.
Según Sofía, se adoptaron mutuamente como madre e hija.
Lucía fue todo lo que no había conocido de una madre, y se convirtió en la abuela de Iván.
Era quien intercedía entre la violencia de éste padre cruel y le brindó el amor que hace que todo pueda ser posible.
La “acompaño” para que pueda volver a vivir.

Iván conoce toda su historia.
A pesar de tener recuerdos vagos, flashes, imágenes difusas de lo momentos vividos, los tiene grabados en algún lugar de su disco rígido, como archivo oculto y los relata con lujo de detalles, aunque siempre aclara que todo le fue narrado, es decir, aclara que sus memorias son “prestadas”.
Resignado, aclaraba esto cada vez que transmitía algo acerca de sí.
Te podía contar una película completa, con lujo de detalles; sin embargo no recordaba haberla visto. Su relato era el que Sofía se ocupaba de contarle incluyendo los pormenores de la manera más vívida posible.
Ningún profesional podía dar cuenta del funcionamiento de ésta memoria que era incapaz de almacenar la vivencia propia.
Sin embargo, todos indagaron acerca del tema para poder ayudarlo a tener “memoria propia” y la ciencia no daba respuestas.
Orgánicamente no había motivos, la etiología: “secuela de Sífilis”.


(continuará).

sábado, 2 de mayo de 2009

EL NIÑO AL QUE LE PRESTABAN LA MEMORIA.

 

 

Él podía explicar lo que le sucedía con claridad; pero a pesar de los esfuerzos no podíamos darle respuestas que lo ayudasen con su problema.

A Iván lo abandonaba su memoria; minuto a minuto le jugaba esta mala pasada descaradamente.

Él podía recordar lo que le contaban pero no lo que entraba por sus ojos.

Encuentro tras encuentro sostenía su tierna mirada, que sin mencionar palabra hacía preguntas.

Transmitía una mezcla de resignación y desconcierto ya que su pensamiento le escondía los recuerdos y sólo podía sostenerse en la “memoria que le prestaban”.

Su madre se ocupaba de traducirle el mundo hacia el único sentido que le posibilitaba incorporarlo.

 

No podría decir aún hoy, si era consciente de lo difícil que fue su historia.

 

Producto de una relación ocasional de Verano en Tucumán*, ni siquiera la que lo trajo al mundo recordaba el rostro ni conocía el nombre del padre.

 

Se gestó oculto, como si su existencia fuese un hecho clandestino.

Nació con sífilis* y estuvo al borde de la muerte. Pero por algún motivo del karma, superó la adversidad del dolor físico y soportó todos los químicos que introdujeron en su pequeño e indefenso cuerpecito y sobrevivió.

Pasó los primeros tiempos de su vida durmiendo en el piso, que fue su única cuna, junto a su madre; también enferma, a quién le daban los alimentos en un azucarero* viejo porque temían al contagio.

 

 

A estas alturas de las circunstancias Sofía, su madre, ya mostraba los signos de su padecimiento incurable en un cuerpo dolorido y envejecido prematuramente.

Sin embargo, por esas vueltas de la vida, ella logró rehacer su vida de pareja y se unió a un “buen Samaritano”, practicante de no sé qué religión, con quien tuvo un par de hijos más.

 

*Tucumán: Provincia de la Argentina.

*Sífilis: Enfermedad venérea.

*Azucarero: Recipiente para poner azúcar.

 

(continuará)

domingo, 26 de abril de 2009

Y mientras tanto nos dividimos entre “ser o no ser”; pero no sabemos muy bien qué.

Algunos ya decididamente han renunciado al concepto, y otros tratando de construir una aggiornado al siglo XXI.

Una vez más nos encontramos en pelotas, dirimiendo cuestiones profundas, que hacen a nuestros afectos más profundos. ¿Nos la vendieron cambiada?

No creo, ha cambiado junto con todo.

Lo que no cambia amigos, es que somos seres sociables. Que no son mayoría los que eligen la soledad por convicción, sino que se adopta por consecuencia.

Hace poco, conversando con un amigo de éste tema, me decía en respuesta a mi incomodidad en las reuniones familiares ajenas, que “quizás nos despiertan envidias las familias convencionales, porque las nuestras se diluyeron”. Y es muy probable, no lo sé.

Lo que me ocupa aquí es compartir un espacio de pensamiento sincero, acerca de cómo nos sentimos, qué quisiéramos y cómo se podría lograr.

Y casi espontáneamente me viene un “sintiendo sin pensar tanto y ya!”, “dejando de mentirnos y dejando de lado los miedos”.

¿Será producto de sentir como fracaso las experiencias anteriores? Entonces podríamos tratar de pensarlo como experiencias y aprender de ellas.

¿Serán miedos? Bueno, quedarnos en éste lugar, no nos permitirá “vivir”, experimentar algo nuevo, darle un espacio a alguien más, que puede ser muy diferente.

Y respecto de la desconfianza, habrá que ir dejando de lado poco a poco; y seguro que nos va a costar, pero por ahí vale mucho más la pena de lo que pensamos. ¡Qué se yo!

Solo trato de compartir preguntas que imagino, otras-os como yo se harán en algún momento.

Y en medio de amores y desengaños, seguimos boyando; plumero en una mano, profesión en otra, hijos que reclaman, sociedad que demanda, y el corazón relegado en medio del huracán.

Pendulante entre razonar y sentir; con más ganas de sentir que de pendular.

Buscando respuestas entre amigos o en libros de auto ayuda; pero son la “señora-or” adentro, que muchas veces no sabe muy bien sonde ubicarse.

¡Qué paradójico! Y bueno, los dejo con mis reflexiones, si le dispara pensamientos y debates ¡Genial! Era la idea.

Yo mientras tanto me voy “a lavar los platos”; finalmente no es tan difícil hacerlo si hay amor. (Una humorada para desdramatizar).

A pensar y compartir con quien quiera-s.

 

Paz. Lera.

miércoles, 15 de abril de 2009

"ESPOSAS- OS ... en el siglo XXI

ESPOSAS-OS… EN EL SIGLO XXI

Quizás a los más jóvenes les parezca novedosos; peor como trato de escribir sin prejuicios acerca de lo que será interpretado; por ahí les venga bien para acercarse a los de más de cuarenta y abrir el diálogo sobre éste tema.
Nos criaron para ser “esposas/os”. Y, sí.
Volviendo a lo que nos tocó vivir de un siglo a otro, siendo pequeñas-os, nuestro futuro “sugería” ser una buena esposa-o; lo cual no es poco decir.
Ésta ardua tarea infería una serie de entregas y renuncias que aceptaríamos con gran felicidad. Después de todo, era lo que nos tocaba “ser” como “género”.
Pero como el devenir es sorprendente, maravilloso y vertiginoso; los que vivimos esa experiencia y nos divorciamos y los que no también; nos encontramos de la noche a la mañana con que todo había cambiado.
Y allí comenzó nuestro periplo, primero tratar de entender ¿cómo es étc? Y luego la fase de las estrategias de adaptación.
En un primer momento a muchos les habrá sucedido, que se sintieron “engañados”, tipo el adolescente que descubre que los padres todo poderosos de la infancia no lo son , como ellos suponían; sino que tenemos debilidades y somos tan “humanos” que bien lejos estamos de la “Mujer Maravilla” o de “Superman”.
En el ¿Cómo es esto?, algunos, con mayor o menor dificultad, comenzaron a tratar de comprender lo de “las nuevas clases de vínculos”, “familias ensambladas”, “subrogados paternos y maternos”, etc.
Ni hablar de los que pasaron de tener cuatro abuelos a dieciséis, quinientos tíos, mil primos, etc, etc, etc.
Donde quedan las “esposas-os” del siglo XXI en éste contexto.
Bueno, probablemente entre, seguir pasando el trapo de piso, dedicarse de lleno a la profesión, revolear el calzón (para no quedar fuera de tono con el resto), mientras seguimos rascándonos la cabeza absortos.
Entre tanto, vociferamos el discurso post moderno “relación sin compromiso”, a mi no me enganchan más”, “no conviviría con nadie” y podría citar un millón de frases más ante la que se aliena lo que a veces sentimos “pero yo quería tener una familia”.
Si, ensamblada, clásica, gay, cómo sea.
Muchos queríamos a los pibes morfando en una mesa grande, cuidados y contenidos por un hombre y una mujer, “llámese pareja”. Los tuyos, los míos, los nuestros, todos disfrutando de lo que por más que reneguemos, es el lugar primario que nos constituye, una familia.
Ahora bien, mareados por las nuevas usanzas. Sopesando lo económico a lo afectivo y cagados de miedo, tanto hombres como mujeres, no sabemos muy bien de qué se trata ser “pareja”, “compañero-a de alguien”.
Y los que promulgan taxativamente éstas cuestiones, no es común verlos llevarlas a la práctica, porque por una razón o por otra, nos ocupamos laboriosamente de esquivar el compromiso.
Vuelco estos pensamientos, tal vez desordenados; pero con el sólo fin de invitar a la reflexión, a que se toque el tema en el café, en el asadito o en la pausa en la que a veces tenemos charlas solemnes con nuestros amigos.

(continuará).

domingo, 12 de abril de 2009

PASCUAS PARA VOS.

Para mi compañero de mates y todos aquellos que se sientan identificados.

Espero que te perdones y perdones
Que tu tormenta interior termine
que recuperes el valor de los momentos;
que bien sabes se pueden ir de repente.
Que tu plena sonrisa sea casi permanente
porque te desenojaste y reviviste
y me ayudaste a revivir a mí.
Que sepas que los tuyos pueden estar lejos
pero están dentro de vos.
Que sos mucho más hermoso de lo que pensás.
Que estás inundado de amor por donde se te mire
Que cantes de nuevo, pero a viva voz.
Que ésta Pascua sea una resurrección
de las ganas de matarte de risa
de las torpezas y las pavadas que digo
Que tengamos años de mates compartidos
en las buenas y en las malas
pero que vengan las buenas!
sea como sea; que puedas ser Vos, "el Capitán de Tus Sueños"
Felices Pascuas de resurreción.

Paz. Lera.

miércoles, 8 de abril de 2009

Esto se termina, al menos por ahora, mi mensaje final de tan simple que es, puede parecer complejo de llevar a cabo.
La vida pasa corriendo, estate atento. Quizás estés parado frente al amor de tu vida y no lo sientas por preocuparte por tus audiencias de divorcio, o por correr detrás del dinero.
Disfrutemos la maravillosa oportunidad de abrir los ojos y ver el cielo un día más, no podemos saber cuanto nos queda.
Si tenés un amor, cuidalo y hace un templo con tu cuerpo y tu alma para él.
Si pensas que fracasaste, mejor trata de pensarlo como una experiencia y aprendé de ella.
No odies a nadie, eso envenena, contamina los sentimientos y genera karma para otras vidas.
Ayuda a todos los que puedas, lo más mínimo puede ser gigante a otro nivel, aunque sea escuchar a alguien que necesita ser escuchado, aunque sea un extraño a quien no veas nunca más.
Bajate de la montaña rusa, no por ir más rápido vas a llegar antes, y desde ahí no vas a poder conocer a nadie y tal vez no le estés dando a los que te necesitan lo que necesitan, tu presencia.
Y de vez en cuando mirá a tu alrededor, hay muchas y muchos que están igual o peor que vos, entonces, no te conformes; generá redes, otro siempre suma.




Supongo que otras mujeres al igual que yo, están tratando de reconstruir-se.
Lidiando día a día con la realidad de no tener laburo, o tener uno con el que no alcanza.
Lidiando con el espejo que nos devuelve la sociedad, donde parece condición tener un culo siliconado, lucir siempre como de veinte años y que el éxito es sólo de los que se exponen por TV.
Nos hemos convertido en una sociedad con un componente histérico importante; donde el onanismo y la virtualidad sopesan las relaciones interpersonales, reales, simples, cuerpo a cuerpo.
Se habla de genitales masculinos depilados para tener sexo higiénico ¿Qué carajo es eso? yo pensaba que el macho viene peludo viejo, tanto aseo por lo que es natural preocupa un poco. A éste paso antes de tener sexo con alguien ¡hervilo!
Terminemos con la actuación muchachos, el clásico Romeo de una noche a quien nadie le pide que prometa nada, y sin embargo irrumpe en el sentimiento del otro con su saraza, a sabiendas de que no va a aparecer nunca más.
Nuestros hijos en la calle, expuestos a la Buena de Dios; porque la violencia no tiene frenos.

Y a pesar de todo, ponemos la esperanza por delante, el mundo nos sorprende con momentos de cambio una vez más. Absortos ante lo que parecía solo posible en la ficción, la potencia que hoy es imperio tiene su primer presidente de otro color.
La ciencia avanza hacia lugares insospechados. Del Doctor Sabin ahora paso un suspiro, y ya estamos clonando seres vivos.
Hacia dónde vamos, nosotras que vivimos dentro de una humilde realidad tercermundista, no lo sé. Los que pasan horas leyendo clasificados en diarios o en Internet, los que no saben donde vivirán cuando les llegue el desalojo, las que laburan día a día criando a sus hijos sin remuneración, los que aún están a mitad de camino y los que queremos empezar de cero; esto es sólo una compañía, el intento de generar redes de comunicación del que antes hable, no estás sólo. Somos muchos y vamos a salir adelante.

Ok, odio dar consejos, solo son pensamientos o experiencias para compartir.
¿Cómo sigue la historia?
Bueno quizás haya un capítulo dos de ésta zaga.
Suerte a todos, pero ojo, ésta se puede forjar, no cae del cielo. Paz.


LERA.

domingo, 29 de marzo de 2009

Mis amigos, qué puedo decir, eso da para otro libro también; lo importante es que nos tenemos los unos a los otros, que nos hacemos el aguante; porque a todos nos pasan cosas. Algunos en la búsqueda del “amor”, otras esperando realizar su misión, realizando su arte, sus profesiones. Algunas comenzando a ser madres, otras en la dulce espera, gente común, como vos y yo, pero para mi gente súper especial, Fer querida, son los que me dan la mano y me sacan del pantano cuando me caigo.
Mi amigo del alma, veintinueve años juntos “Brother” y no podemos prescindir de nuestros Quintanazos*, donde nos colgamos en interminables charlas entre cafés y Stellitas*, Jorge Pizano, te adoro. Y no sabés la profunda sensación de felicidad que mi produce que hayas encontrado tu mitad, “María, enana loca”, sos su sol.




*Quintanazos: hace referencia a un restaurante llamado “la Quintana”
*Stellitas: Alusión a la cerveza Stella Artois


Se preguntarán si cumplí con todos los mandatos.
Si, lo hice. Fui esposa y madre.
También me gradué en la Universidad ¡I did it! Soy profesional, si si, Licenciada.
Se preguntarán si me importan los títulos, la verdad no creo; no me caso con ningún título, máxime cuando generalmente sirve para estar colgado en la pared, porque si bien me apasiona mi profesión en éste momento siento que no se pueden hacer las cosas bien, a mi modesto entender. Me cansé de tanta mierda, del lucro que se genera en torno de los desvalidos.
Trabajé durante siete años en un servicio comunitario, porque creo en esto de devolver a la comunidad algo de lo que algunos tuvimos la posibilidad de aprender gracias a ella, y fue muy gratificante.
Allí no gané dinero, pero me llevé lo mejor; el abrazo de muchas personas a las que les pude dar una mano, el lugar donde semana a semana asistían a ver a ésta que hizo lo que pudo desde su lugar como profesional y ser humano, y el recibir aún hoy el llamado de alguna madre agradecida después de tantos años para saludarme. Y a ellos les debo, lo mucho que aprendí mientras los acompañaba en sus dificultades, dolores y también alegrías.

Se preguntarán ¿qué va a hacer?
Realmente no lo sé.
Sólo se lo que no quiero, lo que no es poco decir. Por ahora soy una desocupada entre tantos otros, estoy elaborando las pérdidas, las heridas y sabe Dios qué más.
Me propuse ser feliz colegas, llegue al momento del balance y me animé a decir ¡no! Esto no es lo que había soñado, aún no es tarde.
Tengo que volver a empezar e cero, les advierto: el camino es difícil y doloroso, pero mientras haya camino seguiré andando en mi búsqueda.
Lo importante es que estoy rodeada de mucho amor, que es lo que importa, todo lo demás va y viene.

¿Soy rebuscada?
¡Si! Súper. Suelo presentarme como témpano inmutable ante el sexo opuesto, por las dudas.
Analizo casi todo, y bueno, no lo puedo evitar; pero solo o hago para prevenir inconvenientes. No soy una mina calculadora. El hecho está a la vista. Trato de analizar las situaciones en pos de mejorar, en pos del bien.
Para mi dar es recibir. Amo escuchar a la gente y sus cuitas, a los amigos de mis hijos. Les “presto la oreja”, tomo mates con Fernandino y tratamos de pensar juntos en las cuestiones que le preocupan, entra como torbellino a casa gritando “¡Madre! Vine a visitarte”. Converso con mi ucranianito favorito que está tratando de construir su identidad después del exilio, lejos de sus tierras, donde el odio entre las etnias hace que la muerte tenga una presencia muy importante en el día a día; y a pesar de todo entre tanto horror, una historia de amor hace que él haya venido al mundo. Vaya historia, de película; la escuche atónita 80 años después de sucedida en mi cocina de Temperley. Historia donde el amor sopesa al odio ¡Como lo “Quero”!
(continuará)

lunes, 23 de marzo de 2009

Haciendo una pausa, porque no sé como continuar; de pronto se hacen presentes tantos momentos, tantas voces, olores, colores, sensaciones, y maravillosamente no teníamos idea de lo que íbamos a elegir más adelante para ser artífices de nuestros destinos.

Heme aquí, una adulta joven (como me gusta denominarme) poniendo en palabras escritas borbotones de vida que quizás alguien tenga ganas de compartir.
Seguramente no tengo nada espectacular que transmitir, muchas o muchos se sentirán identificados o no con mis decires; pero éste libro no pretende ser ni más ni menos que esto. Un lugar de encuentro con el pensamiento de Otro; un espacio para abrir las puertas a los recuerdos propios del los que se conecten con éstas páginas y para dejar volar la imaginación.

Se preguntarán qué más tiene que contar éste personaje ¿Tuvo hijos?
Sin dos. Son mi obra sublime. El vínculo único indestructible e inalienable entre los seres humanos.

Lucas, qué puedo decir. Es casi todo lo imaginado antes de ser concebido. Músico, artista. No puede darle trascendencia a lo material.
Delirante amante de una ruina abandonada que fotografió y puso como fondo de pantalla del celu, seguramente te preguntaras por la historia de ese lugar. Enamorado de Córdoba*, lugar que nunca conocí. Espíritu libre; contemplando la naturaleza es feliz. Yo entiendo lo que te cuesta entender, ya llegarán las respuestas que tanto buscas. A veces se confunde con falsos profetas del “arte”, pero tiene luz para encontrar su camino.

Carla, bella Carla. Pura sensibilidad mezclada con raptos de frivolidad total.
Tan sexy que a veces no se puede ver lo esencial. Su amor por los niños, su imposibilidad de no tratar de ayudar a cualquiera sin esperar nada a cambio.
Incansable laburadora, Carla, es tan fuerte su deseo que acompañado del amor que le devuelve a la adversidad, cumplirá sus sueños.

Hiji dos, asumilo, ya te adopté, vas a tener que aguantar esta loca for ever, Pau cuore mío, la temperamental, pequeña genio mezcla de cibechica posmo con una niñita enojada dentro que quiere entender los por qué, vos también vas a lograr lo que te propongas, porque tenés con qué, y espero estar para verlo.

Y bueno, un libro nunca se cierra para siempre; quizás me encuentre con “ese amor” y tenga un tercero. “No podes saber” me dijo alguien hace poco cuando yo le decía que “nunca más”, y luego, pensando en ÉL, me pareció que eso también aún es posible ¿Será posible una segunda oportunidad?, y como estaba embobada contemplándolo mientras me hablaba me pasaron un aluvión de fantasías por el pensamiento y aunque me parece remoto, fue lindo imaginarlo. Ahora no parece ser el Tiempo.
Tiempo, ¿vinieron La casa del lago?* Se las recomiendo, da para pensar en cosas que creemos que no existen y para aprender a esperar por lo que queremos, porque a veces no es el momento.

Por ahora, volviendo al presente, me siento Bridget Jones, sin Darcy ni Daniel Cleaver.

*Córdoba: Provincia Argentina, cuna del cuartetazo y de las Revoluciones universitarias.
*”La casa del lago”: Film protagonizado por Reeves y Sandra Bullock.
(continuará)

sábado, 7 de marzo de 2009

La casualidad no existe amigos, y esto no lo descubrí yo.
Pienso que lo que puedo intentar descubrir al menos, son los motivos que presentan estas causas, a veces se encuentra un por qué. Si es por bien, bienvenido sea. Si es por mal, “no hay ninguno que por bien no venga”. De los malos tragos, ¡A aprender!
Aprender para crecer, y vivimos teniendo que aprender y seguimos creciendo.

Los que transitamos estas últimas décadas tuvimos que aprender mucho de golpe. Todo era nuevo, y cuando creías que te habías aggiornado, los avances daban saltos casi incomprensibles y había que volver a empezar, y así seguimos, superados por la tecnología y el individualismo, y tratando de encontrar un lugar en la sociedad, ya que los modelos que supusimos eran los viables ya no existen y dejas de ser funcional en la sociedad.
Crecimos de a poco y a veces de golpe o a golpes, pero si se quiere “nada se pierde, todo se transforma”.

El Deseo, si, ese que todo lo mueve, ese que nos lleva por esta carrera loca. Ese por el que nos despertamos y seguimos por más. Ese que nos hace tropezar y llorar. Ese que te desgarra cuando no encuentra vías de tramitación. Ese que en realidad desconocemos.
No sabremos nunca por qué prefiere la ruta más intrincada, la que tiene más rotondas y bifurcadas, ese tipo que te enamora a morir y no te da bola, todo lo que nunca alcanza, motorcito trasgresor que nos lleva por la vida dentro de éste amado cuerpo en el que algunos dicen, decidimos encarnar en éste tiempo y en ésta dimensión que lo necesita.

Maníaca libido que nos hace ser tan diversos y maravillosos. Energía extrasensorial que tenemos para donar y para recibir, para crear vida, arte, cotidianeidad, amor sublime, amor después del amor, amor después de ésta vida, trascender el tiempo cronológico. Ir y regresar. Reencontrarnos con los lazos que nunca se rompen.

(continuará)

Y los años continuaron pasando (sin mi permiso), y fueron quedando lejos aquellos compañeros de ruta y los momentos que a veces nos parecen ajenos. El primer amor platónico del secundario “Gastón” y aquellas tardes escuchando a Queen.
La banda del cole. Los pájaros y los kilomberos, los días de la primavera cantando “Serú Giran” bajo la lluvia en parque Sarmiento, en Palermo o en Corimayo ¡Se acuerdan1981!
Los saltos del paredón del ENAM* de Banfield, escapando de alguna lección oral. El viejo Nuñez con su rostro adusto tratando de hacer que no se daba cuenta que volvíamos a entrar por la puerta principal.
Los puchos con la Flaca, María, la Tana Mimi, Marina… detrás del vestuario del gimnasio.
El breve romance escolar del 83, Pablo Carro.¡ja!
La mañana VS la tarde, los Gurkas y los Reos (¡nosotros!).
Los milicos que soportamos y padecimos, bueno, hoy los puteamos en el facebook de nuestro grupo, sólo eso quedo para esas personas. No ameritan darles páginas, lo bueno que hicieron fue enseñarnos a no querer ser como ellos.
Emilse Rosso y sus Parissiene, sus interminables horas de entrenamiento hasta que escupías los pulmones ¡Gracias a vos y tus ciento cincuenta mil sentadillas y abdominales tengo el lomo que tengo ¡IDOLA TOTAL!
“Sigan y no se quejen que me lo van a agradecer” Decía y negra hoy te confieso te re puteábamos, sorry a los 17 es difícil de creer.
Si no fuera por Carito! Casi me olvido de los medio días haciendo huevo en el “ENANO”*, ese lugar que padres y profesores odiaban, los puchos y la fonola tocando “Jugo de tomate frío”.


*Escuela Normal Antonio Mentruit.
*ENANO: Antiguo bar situado enfrente de la escuela sobre la calle Manuel Castro.

(continuará)

domingo, 22 de febrero de 2009


Y así proseguimos por el camino predeterminado. Creemos que no enamoramos, nos casamos, tuvimos hijos, carreras, perro, inflación, democracia, el futuro sonreía.
Quien podía imaginar lo que devenía.
La Revolución científica y tecnológica, acompañada del House, la Electrónica y los ácidos también desembarcaron en nuestros puertos.
Bill Gates nos regaló la herramienta más maravillosa y a la vez más aterradora que ha sido creada.
El mundo viviendo en simultáneo, como siempre, pero ahora compartiéndolo “in situ”.
Vimos el Golfo estallar en vivo cual película bélica solo que en éste film se quemaba gente real.
Festejamos la majestuosidad del desprendimiento de los Glaciares, sin pensar que el aceleramiento de la frecuencia del evento implica que se acaba el agua dulce para el mundo entero.

No sé si aún le damos pelota al que hace unos años era un agujerito en la capa de ozono y que ya tiene el tamaño de un continente. Y si, probablemente en el futuro los humanos vistan trajes plateados para protegerse de los rayos ultravioletas como en “La máquina del tiempo” (eso sí, los que los puedan comprar).

Ya quedaron lejos los juegos y bicicleteadas en la vereda. La vecina que te corría con la escoba porque le rompían las baldosas con las bicis, los “Sea Monkeys! ¡Digan, confiesen! Quién no pasó meses frente al frasquito esperando que nazca el ET ¡ja ja!

Y haciendo retrospectiva me acordé de Dany, mi amigo de la infancia. Hijo único el mocoso, le compraban todas las novedades que salían.
Con el pasábamos horas esperando que aparezcan los sea monkeys y fue en su patio, de la casona tipo chorizo donde vivían con el abuelo “Don Rafael” cuando escuché por primera vez “El último tren a Londres” de la Elo y el lento más hermoso de esos tiempos “midnigth blue”, y ojo que estoy hablando de “vinilo”.
Para los que se preguntan ¿Qué es eso? Les cuento gente joven, antes del CD; nosotros también teníamos cosas más aparatosas y gigantes para reproducir música. Por supuesto no se podía “bajar” de ningún lado, se compraban en las diskerías; los primeros discos. Aunque antes de éstos, los hubo de “pasta”.La modernidad nos regaló los “vinilos” que venían en versión “simple” o “Long play”. Los “casettes”; si te comía la cinta elgrabador la enrrolábamos con la virome “vic”, lo mismo cuando se te cagaba el REWIND O el FFWW.
Ah! hubo vinilos de colores pero recién el los ´80 y eran importados. No mucho más tarde llegaron los CD´s y con ellos se perdieron los “enganches” y las “mezclas” que hacían los Disc Jockey artesanalmente en las bandejas de las discos.

Si si, también fuimos adolescentes, y bueno quizás alguien se acuerde como yo la primera vez que escuché el tema “Lady´s Nigth” de Kool and the gang mientras caminaba por Laprida peatonal recién inaugurada y las chicas lucían un look espantoso tal como pantalón de raso, remera rayada anudada a la cintura (escote en V) y tacos aguja de madera. En ese momento parecía lo más y debo confesar que me quedé con las ganas de enfundarme en un pantalón de raso; pero bueno, era chica y no me dejaban.
Antes las ropas eran según las edades. ¿Vieron? Ahora nadie nos puede prohibir y quedarnos con las ganas ¡Tenemos licencia para el ridículo! Aunque nuestros hijos nos critiquen, ellos no saben el porqué de nuestra rebelión con 20 años de delay.
Todo tiene un por qué.

(continuará)

domingo, 15 de febrero de 2009

Volviendo alas viejas épocas, algunos tuvimos la dicha (o la desgracia) de vivir la adolescencia o la primera juventud en los gloriosos ´80.
Usamos Baggis, nevados, camisas hawaianas. Empezamos a sacarnos los tacos, fuimos a bailar en ojotas y terminamos yendo en ropa interior!
¡Gracias Madonna!
Había llegado la reivindicación e la sexualidad femenina anche la gay. Se acabó con el infausto término “rapidita” para las mujeres que disfrutasen de su sexualidad a la par de los hombres. Dejamos de asustarnos de los “putos” e incorporamos a nuestro vocabulario el término “gay”.
El carnaval duró poco. Tarde se enteró el tercer mundo que junto con los grandes cambios también vienen los costes; y de golpe la muerte se llevó a muchos después del Funky, del Disco y del Pop.

Un día nos despertamos y nos presentaron a “la peste rosa”, por supuesto nadie piensa que es para él y entre sexo desprejuiciado y agujas compartidas muchos se fueron antes de llegar a los 40, todas las revoluciones tienen sus víctimas.
No puedo dejar de mencionarlo porque formó parte de los que nos tocó vivir.

Los muchachos tuvieron que empezar a aprender a colocarse el odioso piloto, entre lamentos y clímax interrumpidos pro el trámite que les llevaba siglos, más los que se rompían, más los que se “les moría” en el intento, etc; lo incorporamos a nuestra vida sexual y nos ocupamos de taladrarle la cabeza a nuestros hijos para que e hagan amigos del adminículo de látex que les puede salvar la vida, y aunque no siempre predicamos con el ejemplo, lo importante es que no se enteren.
Mientras escribo estas palabras estoy escuchando a Freddie Mercury ¡Qué ironía! Él también se tuvo que ir por esto, cuanto te extraño, pequeño Motzart.

No todo fue tristeza, esa época no se puede contar, hubo o que vivirla, no soy capaz de poner palabras al período que fue el comienzo del cambio total que revolucionaria nuestras vidas.

(continuará)
He mencionado a Bridget Jones* porque me identifique con algunas cuestiones de la realidad que plantea, a pesar de ser una película, no es tan lejana a lo que vivimos muchas mujeres aquí.
Tanto para las que aun no han formado pareja, como para la inmensa cantidad de divorciadas, porque en definitiva, la búsqueda es la misma, y el camino es solitario por momentos.
Llenas de torpezas como Bridget, salimos a una realidad; que puede ser muy adversa por momentos.
Y pienso en los hombres.
Aquellos que se preguntan si el amor existe o si todo lo destruye la convivencia y temen volver a apostar.
El otro día alguien me dijo “los tipos nos ven como un futuro gasto más, que se agrega a la manutención de los hijos de la primer pareja”.
Qué tristeza, si esta persona tienen razón, somos pensadas en términos económicos.
Algo parecido es la frase común en la que a veces caemos “son todos iguales”. Entonces, si lo damos vuelta ¿Somos todas iguales?
Definitivamente no, y una vez más volvemos a caer en los rótulos.

Acaso la solución sea vincularse por Internet y consolarse con una relación virtual, compuesta de fantasía que se frustra generalmente cuando se concreta la realidad del encuentro, bueno es algo, quizás suba mi mejor foto (como lo haríamos todos) ya que nadie va a subir aquella que le sacaron recién levantado, con la almohada pegada en la cara y babeando, ¿que se yo? Uno nunca sabe lo que va a terminar haciendo cuando parece el único remedio anti soledad, pero una pantalla no transmite miradas, ni el sonido de la voz, ni la sensación que genera la persona en presencia. El lenguaje corporal, el estar ahí en ese momento.
Pero bueno, arriba, la imaginación es infinita y en muchos casos ¡Se les da! Pues Avanti!!!
La pregunta que dejo abierta es ¿Qué nos esta pasando que no sabemos hacer cuando estamos face to face?



*Bridget Jones: Personaje de la película “el diario de Bridget Jones, que narra las vivencias de una soltera de tempranos treinta sus dificultades para formar pareja.

(continuará)

domingo, 1 de febrero de 2009

No somos solo nosotras las que a veces salimos hechas jirones del litigio; a ellos, y a muchos, también les pasa.
Chicas, los hombres también sufren, se enamoran, no sé si del mismo modo que nosotras, pero existen! Esto no es privativo de un género.

Supongo lo que están pensando, pero no somos tan distintas los hombres de las mujeres, también hay mujeres que hacen lo que a ellos les criticamos.
Seamos justos. Todos sufrimos, o casi todos.
¿Cómo resultaría todo, si en lugar de litigar, nos ayudásemos para que el otro pueda ser feliz?
He conocido pocos que se dieron cuenta de que, terminada una etapa la felicidad del otro allanaría la propia y la de los hijos.

En ésta carrera loca en la que entramos por contagio y seguimos por inercia, podes parar a pensar cuál es el sentido que cobran la revancha, la venganza o el ponerle palos en la rueda al otro si al reencontrarse con uno mismo, y retomar desde aquel punto donde lo que se había soñado se fue de madre se podría volver a retomarlo.
Hace poco encontré en mis pensamientos ese momento, tipo flash, entonces me pregunte cual fue la decisión que tome en ese momento.
No es fácil no arrepentirse, sin embargo, sea cual fuese el motivo que me llevo al desvío, aun conservo la esencia de lo que quería ser, y me pregunte donde esta todo ese ímpetu que tenia para lograr lo que me proponía, y dije ¿por qué no?, tal vez ahora algunas cosas serán diferentes, pero a pesar de tener mas miedos, soy más grande y e supone un poco mas sabia.
Aún conservo sentimientos de adolescente, cuando siento por momentos que podría agarrar el mundo sólo con mis manos.
Aun creo que todo es posible, y aunque a veces desfallezco porque me siento sola, vuelvo a creer en la magia.
¿Acaso el amor no es mágico?
Acaso el nacimiento de un niño no es un instante milagroso?
Si podemos dar vida y cuidarla, si podemos llorar y conmovernos por el dolor ajeno, y llenarnos de alegría por lo bueno que le pasa a otro, entonces quizás podemos todo.

Aunque muchas veces me embarga la frustración, cuando despues de haberme formado durante años, no encuentro un empleo que no me excluya por algún requisito y no puedo evitar sentirme una inútil.
Me podrán decir, “hace cualquier cosa mientras tanto” y vuelvo a decir no, porque yo se que voy a encontrar lo necesito.

(continuará)

domingo, 25 de enero de 2009

Esto me recuerda un hito en nuestra historia y la memoria no me ayuda, wait for me.
Nuestro país* dio un paso de avanzada en materia legal “la gente finalmente podía divorciarse y volver a casarse”, ahora que cuento con Google puedo ser exacta: esto entró en vigencia el 3 de Junio de 1987 y 356.000 parejas ¡lo hicieron!

No es que me alegre el hecho per se, pero ahora puede decirse que no se debe sostener un “como si” porque lo dice “la ley”.*

Por eso me casé tranquilamente, porque ese fue el año en que “I did it”, sisi. Vestida de blanco disfraz, muy lejos de lo soñado (fiesta, luna de miel fuera del ispa y casa propia) y con bombo incluido dije “sí, quiero” con el saber inconsciente de que ese si era reversible.

Quizás los más jóvenes no lo sepan, pero no siempre el orden social fue como ustedes lo conocieron.
Muchas, miles de personas se veían compelidas a convivir con una persona por una legalidad que prohibía rehacer sus vidas amorosas, al menos dentro de un marco legal, sumada la presión social concomitante que conllevaba, como por ejemplo hijos extramatrimoniales (así se les llamaba), mentiras etc.
Con esto no quiero decir que haya que casarse, pero tratemos de pensar en otro contexto histórico social, donde esto era casi impensable y donde la mirada sentenciante del otro hacia que muchas familias sufran.
Tampoco es propaganda pro divorcio, estoy tratando de hablar de libertad de elección, de algo que existió, existe y punto.

No os entusiasméis, no es tan fácil acceder a este tramite, y es muy probable que te quedes como Eva after that, en bolas, con una hojita de parra y con más responsabilidades que antes (por ejemplo hijos), y por supuesto más vieja, más histérica y con sueños más infantiles que los anteriores, y bueno, todo tiene sus contras, nada es gratis people!
Ah! Pensaban que era tan fácil. Bueno, no lo es.
A la euforia inicial de “mujer libérate”, a la inconmensurable alegría de sacar de tu vida a ese que querías ejectar de la cama, que se estampe contra el techo y al caer quede estaqueado en tu cornamenta que para ese entonces, en algunos casos suele ser similar a la de un ciervo viejo, le sucede la batalla pro el “poder”.

* República Argentina.
*Ley de divorcio en Argentina.

(continuará)

martes, 20 de enero de 2009

A las niñas de mi generación nos hicieron creer que estaba todo casi predeterminado; todo era éxito, no había de qué preocuparse. El tiempo traía todo lo bueno y sólo había que ser una “buena ama de casa”, nada más… y nada menos. Para eso se ocuparon de regalarnos jueguitos de cocina, escobas de juguete ,etc.

Por supuesto, todo iba a ser muy similar a la casa de los Ingalls. Joder! Si era una casita de juguete!, en donde todos los pibes dormían en la misma cama, el dormitorio de los padres no tenía una fucking puerta, y mamá caminaba feliz kilómetros y kilómetros cargando los huevos!Laurita lloraba porque era fea como ella sola (pero inteligente como Lisa Simpson), y pensaba diariamente cómo se podía meter la inteligencia en el culo, porque todos los ojos estaban puestos en su hermana linda y en su archi enemiga ricachona.

Claro que a la hermana linda, a modo de equiparar, la dejaron ciega los últimos capítulos, porque, bueno che, un poco de castigo para las lindas tiene que haber. Como para que sea más adecuado, no pudo desarrollarse como maestra, sino que pasó a depender de su amado esposo hasta para que le muestre el camino al toilette.
Imagínense, linda y exitosa era un mal ejemplo para la época. Las lindas tenían que postularse para conejitas de Playboy, mirá si dejaba de ser la señora pensante y rompía las reglas de la casita de la pradera.Sé que soy demasiado irónica pero lo que consumimos en los medios no esta planeado de tal forma inocentemente.


Bien, prosigamos, no es un manifiesto feminista.A pesar de todo debo hacer un mea culpa y reconocer que ”yo también soy machista”.Al parecer el mandato está profundamente estructurado. Y además, seamos sinceras, son verdaderamente hermosos, “el mal necesario”.Mujeres: “el fantasma del príncipe azul nos acecha”, y lo lindo que es.No digo que no existan, colegas, que no decaiga, para algunas hay. Además “todo depende del color del cristal con que se mire” y a veces nos enamoramos y nos llevamos el príncipe que se transforma en sapo. Pero calma, todo tiene remedio.

(continuará)

domingo, 11 de enero de 2009

Historias de un siglo a otro (apto para todo género)

Tengo 42 años, 9 meses y 4 días.
Hace un calor irrespirable este Noviembre; pero lo prefiero al invierno que parece que con sus grises, le agrega tristeza al bajón infinito.
Peso 47 Kg. Puchos; 40 por día! Batí el record. Sabrán porque no he dejado, la razón es una excusa de esas que usamos los fumadores para no dejar al compañero de toda una vida, ese que te va matando lentamente con su presencia; pero que a la vez te desespera que no esté.
Esperanzada, sentencié: ”El día que alguien se enamore de mí y yo de él, dejo”. Y siguen pasando los años, los días y las horas, y siento que me voy a morir con el pucho en la boca.

Todo empezó a los catorce años, cuando moría por probarlo. En esa época las mujeres “modernas” fumaban, usaban mini shorts con botas de caña alta y sombra de color chillón en los ojos, por supuesto con tupidas pestañas postizas. Pero, perdón… estoy mezclando las épocas, eso fue antes.

Allá por los ´70, jugaba a la mamá. Tenía toda mi casita armada en el lavadero de la terraza, que por cierto era enorme y no se usaba para tales fines.
Mi atuendo a la hora del juego incluía zapatos de tacos de mi madre, desavillés de vual blancos largos y semi translúcidos (mirá, ahora que lo pienso se parecían más a un traje de novia)
Mi casa tenía todo, al menos todo los que una casita de jugar tiene, principalmente “teléfono”, por el que hablaba durante horas con mis amigas imaginarias, mientras fumaba fibras “Silvapen” y me servía unos whiskys, parloteando como lorito barraquero por la terraza.

Unos chicos del edifico vecino se asomaban a la ventana y me gritaban ”¡loca de verano!” ¡Ja! No estaban tan equivocados.

En esa época no existían; pero yo lo había transformado en inalámbrico, he de decir que fui toda una precursora.
Por supuesto esto viene a cuento de que no se diferenció mucho de lo que sería a futuro, sacando el whisky que luego fue generalmente cerveza.

Cervecita que sabe más rica si la tomás del pico del porrón o de la lata.
Como verán me volví menos sofisticada; pero todos lo hicimos de una forma u otra.
Aquel modelo setentoso que nos inculcaba la caja boba, se fue revelando más allá de fumar en público. Mucho más allá.
A veces pienso que nos fuimos a la mierda; pero bueno, eso viene con las revoluciones; con el tiempo sobrevendrá alguna clase de equilibrio.



(continuará)