lunes, 20 de diciembre de 2010

NAVIDAD CONLA LOCURA. LOS HIJOS DE LA PATOLOGÍA.


Veo En el fondo de sus ojos, lo que deben sufrir día a día.

Los que lograron “zarfar”, meciéndose en la hamaca de lo que los demás ven y de lo que tienen que ocultar.

¿A quién le pueden contar tanto horror? ¿Cómo no pensar que los otros van a suponer que vas a terminar igual?

Veo tras tu sonrisa y tu power el dolor de soportar escuchar el delirio, de ver la mugre dela miseria humana, sabiendo que nadie lo puede comprender, que no se puede mostrar aunque en realidad está a la vista de muchos.

Las ganas irte lejos y no volver más, las ganas de olvidar tanta tragedia. Y cada mañana ponerse la careta y salir aparentando que sos uno más.

Y llega la Navidad, el resto del mundo comprando regalos y preparando la fiesta, y vos deseando que sea 26 de diciembre, pero que te duermas hoy y te despiertes ese día. Cuando no hay Navidad “feliz”, cuando el encuentro con la “familia” se torna el re encuentro con todo lo nadie puede imaginar, cuando ya no podes sostener la fachada de “lo normal que es todo”, se te hace casi imposible ser the great pretender, y llega el momento en el que hasta te fastidia todo lo que te remita a la “noche de paz”.

No todos tienen una Feliz Navidad, y tampoco se relaciona siempre con circunstancias económicas o con desacuerdos a cerca de “¿en casa de quien lo pasamos?”, cuando la reunión te revolea al centro del horror del que siempre quisiste escapar, y te hartaste de simular que está todo bien, aunque sepas que “no es maldad, es enfermedad” solo te queda la soledad. La soledad el que no encuentra par ni quiere compartir el basural, para no deprimir a nadie.

Cuando te cansas de levantar la copa, escuchando los festejos de los vecinos que no imaginan tu tragedia y tus oídos están taladrados de frases demenciales y tu garganta quiere gritar ¡basta! Pero el grito se traga, y no hay regalos bajo el árbol que tampoco se armó.

Cuando los que queres no quieren estar, y agradeces que no vengan, aunque los extrañás; pero es mayor la felicidad que te produce que no tengan que vivir esto con vos, porque es lo que te toco en la feria y no queda otra que aguantar, no es Feliz la Navidad. Y sin embargo rezas esperanzado de que alguna vez en tu vida va a ser distinto, pero ese momento tarda siglos en llegar o tal vez nunca llegará…

Pero en algún lugar de tu espíritu te sentís feliz por los demás, por lo que están agradecidos de tener una familia normal, por los que aunque tristes extrañan a los que ya no están al menos podes alegrarte por el otro y tratas de que no se entere de lo que significa este momento para vos.

Para los hijos de la patología, para los que no hay una ”Feliz Navidad” , para los que lo padecen en silencio, estas líneas que son la antinomia triste de todo lo que el resto disfruta, no están solos nadie lo quiere contar, yo tuve ganas de hacerles llegar esta compañía. No hay culpables, muchas veces no hay salida, y será una noche para lamentar, pero pasan, como todo, y volvemos a la “normalidad” con el anhelo de que algún día todo será distinto. Tal vez no ideal, pero aunque humilde, simple y acompañados de amor y no de locura llegará esa Noche Buena que tanto esperaron.

Que pase pronto esta y que llegue alguna vez la soñada, ese es mi deseo de navidad , para los hijos de la patología.

Paz .Lera.